Para corregir esta pérdida ósea existen varias formas y técnicas de regeneración, con las que se busca que el paciente vuelva a tener el suficiente volumen óseo, con tejido y hueso sano. Eventualmente, la regeneración ósea ayudará a la continuidad de otros tratamientos como, por ejemplo, la colocación de una prótesis o implantes dentales, que se podrán sujetar sobre el nuevo hueso.
También existen diversos materiales o tipos de hueso de regeneración que se pueden emplear, como hueso de tipo sintético (hidroxiapatita), de tipo bovino, autólogo (del mismo paciente) y otros tipos, así como el empleo de otros materiales complementarios. Estas distintas opciones se eligen de acuerdo con cada caso particular, ya que cada uno de estos materiales tiene diferentes características y recomendaciones de aplicación.
Las técnicas y materiales adecuados para cada caso se determinan en una valoración realizada por un odontólogo especialista, tanto en el tratamiento de pérdidas óseas, como en el manejo de regeneración e injertos óseos.